Y es que a veces me encuentro muy sola, como si no tuviera a nadie en quién apoyarme ni desahogarme. Los problemas invaden nuestras vidas y se apropian de ella apenas sin darnos cuenta. Hay veces que te encuentras tan desorientada que no sabes cómo actuar, qué hacer o qué decir. Tus pensamientos te manejan como si fueras una mera marioneta que cuelga de unos débiles hilos y te mueven a su antojo. Ahí la solución eres tú, tú tienes que saber afrontar tus debilidades y saber sobrellevarlas por un buen camino.
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