Y sigo aquí, la de siempre y como siempre. Mismo pelo, mismos ojos, mismo cuerpo, pero hay una cosa que no sigue siendo la misma. Ahora sé convertir todo lo malo en bueno y sacarle la parte positiva a todo, aunque sea la peor cosa del mundo. Le debo las gracias a una persona que es la que me ha enseñado a crecer como persona y a ser feliz. Siempre te llevaré dentro de mí y no te olvidaré nunca. Te quiero abuelo. <3
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